LA GUERRA DEL PACIFICO Y LAS PRIMERAS VICTORIAS ALIADAS
Cuando la
guerra se inició en Europa en septiembre de 1939, los japoneses, a pesar de su
continuado avance en China, no veían el final de un conflicto que se les
antojaba largo y estéril. La declaración de guerra del Reino Unido y Francia
contra Alemania abrió al Japón la perspectiva de apoderarse de colonias
europeas en el sudeste de Asia y en el Pacífico. A finales de 1940, Japón
había decidido que en caso de iniciar una ofensiva, ésta tendría como objetivo las posiciones de los Estados Unidos, su
principal adversario en el Pacífico. Entre el 7 y el 8 de diciembre de 1941,
los japoneses bombardearon las instalaciones estadounidenses en el Pearl
Harbor, Hawaii, y en las Filipinas. A continuación, los Estados Unidos
declararon la guerra a las potencias del Eje.
A pesar
de la ventaja inicial obtenida por medio del ataque sorpresa, Japón perdió las
batallas navales decisivas del mar del Coral y de Midway en mayo y junio de
1942. En este momento, la guerra en el Pacífico cambió de signo. Japón había
perdido sus portaaviones de primera línea y la mayoría de sus mejores pilotos.
En lo sucesivo, las fuerzas navales de los japoneses y de los aliados quedaron
igualadas. La estrategia estadounidense en el Pacífico
consistía en utilizar fuerzas navales u anfibias para avanzar por las cadenas
de islas hacia Japón, mientras que fuerzas terrestres en menor escala
cooperaban con los chinos y los británicos en el continente asiático.
En el
norte de África, los británicos, que en 1940-1941 habían
eliminado fuerzas italianas mucho mayores, entablaron batalla con el Afrika
Korps alemán dirigido por el mariscal Erwin Rommel. En julio de 1942, la
ofensiva alemana contra Egipto fue detenida en la batalla de El-Alamein.
En ese momento terminaron las esperanzas de Alemania de conseguir una victoria
rápida en África. Las tropas de Rommel se encontraban exhaustas y sometidas
además al acoso de los británicos. A mediados de octubre de 1942 llegaron
refuerzos aliados al norte de África. La superioridad numérica sobre las tropas
alemanas fue en aquel momento tan fuerte que en noviembre Rommel carecía de
fuerza para resistir y ordenó la retirada. Las tropas alemanas se replegaron
gradualmente hacia Túnez, hasta que capitularon en mayo de 1943.
No hay comentarios:
Publicar un comentario